sábado, 31 de enero de 2009

Un grande: Jigoro Kano



En 1876, un joven de 18 años se inscribió a la Universidad Imperial de Tokio, Japón, con el propósito de estudiar literatura y ciencias económicas y políticas.


Durante sus primeros días de colegio, aquél joven, de estatura modesta y complexión delgada, fue importunado por algunos estudiantes bravucones de grados superiores quienes, abusando de su musculatura y elevada talla, gustaban de cebarse en sus compañeros más débiles y de reciente ingreso.


El joven de nuestra historia, proveniente de una familia noble, decidió que de ninguna manera se dejaría humillar por aquellos individuos; pero, ¿de qué medios se valdría para protegerse?


Como un destello de luz surgió en su mente la respuesta: ¡Ju Jitsu!


El antiguo arte japonés de la defensa personal que capacitaba a un hombre de escasa fuerza física para derrotar a otro de vigor hercúleo, utilizando el ímpetu de su ataque.


¡Ya estaba! Aprendería Ju Jitsu. El no podía saberlo en ese momento, pero aquella decisión estaba destinada a influir sobre las vidas de incontables personas en el mundo, de todas las razas y niveles sociales, en los cinco continentes, porque el joven de quien estamos hablando se llamaba Jigoro Kano, quien, posteriormente crearía una de las artes marciales más completas y de mayor tradición: el JUDO.


Jigoro Kano se dedicó, por lo tanto, a buscar a quien pudiera enseñarle el arte del Ju Jitsu.


Esto no era fácil, pues los malos exponentes del Ju Jitsu, con su brutalidad y comercialismo, lo habían desacreditado hasta el punto de que el gran público lo rechazaba, considerándolo una práctica degradante. Los maestros genuinos y honestos del "Arte de la Suavidad" (que eso significa el término "Ju Jitsu") eran ya muy escasos y difíciles de encontrar; pero este joven, armado con un gran entusiasmo, empezó sus indagaciones y logró conocer al profesor Teinosuke Yagi, quien le enseñó los rudimentos del Ju Jitsu.


Jigoro Kano quedó fascinado al observar cómo, ejerciendo pequeñas presiones sobre determinados puntos de la anatomía humana y utilizando el impulso con que un agresor ataca, éste puede ser derribado y vencido con poco esfuerzo.


Luego, Jigoro Kano encontró a otros dos excelentes maestros: Hachinosuke Fakuda y Masatomo Iso, forjados ambos en las doctrinas de la antigua escuela de Ju Jitsu llamada Tenshin Shinyo Ryu.



Los dos le transmitieron los profundos conocimientos que tenían de aquel arte.


Tiempo después, conoció también al maestro Tsunetoshi Ikubo, magnífico exponente del renombrado estilo tradicional Kito Ryu, y de él aprendió también los secretos del "Arte de la Suavidad".


Al mismo tiempo, el joven Kano estudió con ahínco los Densho, o manuscritos antiguos que contenían las enseñanzas de los maestros fundadores de varias escuelas de Ju Jitsu que en siglos anteriores habían florecido.


Esos viejos documentos eran un verdadero tesoro de sabiduría marcial. En uno de ellos, por ejemplo, estaban las instrucciones detalladas para capturar a un rufián y atarlo con cuerdas.


Las centenarias páginas de aquéllos volúmenes también contenían explicaciones acerca del hermoso principio del Ju o Suavidad, que también puede interpretarse como "no resistencia", sobre el cual estaba fundado el arte del Ju Jitsu.


Jigoro Kano leía y aprendía con avidez, lamentando que aquellos preceptos filosóficos fueran tan descuidados o aún retorcidos por practicantes inescrupulosos de Ju Jitsu que utilizaban el arte para dar salvajes demostraciones y cobrar a los espectadores por presenciarlas, como si de un circo se hubiera tratado.


En cierta ocasión, él mismo fue testigo de uno de aquellos espectáculos, en el que tuvo lugar el brutal encuentro entre un luchador de Sumo y un practicante de Ju Jitsu.


Aquel cuadro le repugnó profundamente y en su mente empezó a tomar cuerpo la idea de dar a conocer a sus semejantes el principio del "Ju", como fue en su origen, libre de impurezas y prácticas mercenarias.


Pero, ¿cómo lo haría? Antes que nada, había que darle una presentación nueva, para que no se le identificara con el Ju Jitsu, acerca del cual existía una opinión tan desfavorable.


Discurrió que, para ello, era necesario crear un sistema diferente que pudiera servir, no solamente como defensa personal sino también como cultura física y, esto era muy importante, como método para dar a los practicantes una formación moral que los inclinara a llevar vidas dignas, nobles y orientadas hacia metas superiores.


Entonces Jigoro Kano, de las diferentes escuelas y corrientes de Ju Jitsu que conocía, escogió las mejores técnicas y las modificó para despojarlas de la nota despiadada y cruda que muchas de ellas tenían. Luego, las clasificó en grupos de acuerdo al objetivo que perseguían .


Surgieron entonces diferentes y grandes secciones: Nage Waza, Katame Waza y Atemi Waza.
1- Nage Waza, el arte de la proyección.


Capacita al practicante para lanzar al suelo a su adversario rompiendo su equilibrio y se divide a su vez en dos grupos principales: Tachi Waza y Sutemi Waza.


a) Tachi Waza, el arte de proyectar desde la posición de pie, se subdivide en tres ramas: Te Waza, o técnicas de mano; Koshi Waza, o técnicas de cadera y Ashi Waza, las técnicas de pierna y pie.


b) Sutemi Waza, el arte de lanzar al adversario estando uno sobre el piso, tiene dos ramas: El Masutemi Waza, con la espalda sobre el suelo y el Yokosutemi Waza, con el costado sobre el suelo.


2- Katame Waza, el arte de luchar en el suelo, fue dividido por Jigoro Kano en tres ramas o grupos: Osae Waza, o cómo inmovilizar a un oponente; Shime Waza, las técnicas de estrangulación y Kwansetsu Waza, las llaves a las articulaciones.


3- Atemi Waza,el arte de atacar los puntos vitales del cuerpo humano, con dos subdivisiones:



a) Ude Ate, los métodos de ataque a dichos puntos con la mano y el codo.


b) Ashi Ate, los métodos de ataque utilizando el pie y la rodilla.



Estaban también el adiestramiento en los Ukemis, o formas de caer sin lastimarse y el Kwatsu o técnicas de resucitación, para el caso de que un practicante, durante el entrenamiento, perdiera el sentido.



Después de terminar esa magnífica labor de clasificación y perfeccionamiento, Jigoro Kano preparó el cimiento moral sobre el que descansaría todo el edificio de su sistema.

Este cimiento lo creó con dos principios filosóficos: Seiryoku zenyo, que significa

"Máximo de eficiencia con el mínimo de esfuerzo" y Jita kyoei, que traducido es "Bienestar común a través de la ayuda mutua".

El fundamento de estos preceptos, Seiryoku Zenyo , hace referencia a que las distintas técnicas de ataque y defensa del Judo deben aplicarse buscando el máximo de efectividad con el mínimo de esfuerzo físico.


Jigoro Kano lo explicó así: "Supongamos que la fuerza de un hombre parado frente a mí es de diez unidades; mientras que la mía, menor que la de él, es de solamente siete unidades.

Ahora, si él me empuja con todo su vigor, seré derribado aún si utilizo toda mi fuerza para oponerme.

Pero, si en lugar de resistir, cedo a su empuje retrocediendo en la misma medida que él empuja, conservando al mismo tiempo mi equilibrio, entonces él perderá su equilibrio hacia delante.

"En esta nueva posición, él queda tan débil, no en cuanto a su fuerza física sino en cuanto a lo inestable de su posición, que en ese momento aquella será sólo de tres unidades, en lugar de las diez que originalmente tenía.

Yo, mientras tanto, por haber conservado mi equilibrio, mantendré mi fuerza completa representada por siete unidades.


Será entonces cuando, siendo momentáneamente superior, podré derrotar a mi oponente utilizando sólo la mitad de mi fuerza, es decir, tres unidades y media contra las tres de él.

Eso deja la mitad de mi capacidad disponible para que yo la use como considere conveniente, a fin de derribar y vencer a mi oponente".

El principio descrito, Seiryoku zenyo, enseñaba Jigoro Kano, había que trasladarlo y utilizarlo también en la vida diaria, realizando todas las actividades y deberes con el máximo de eficiencia y el mínimo de esfuerzo.

En cuanto al segundo principio, Jita Kyoei o "Bienestar para todos a través de la ayuda mutua", su comprensión empieza en el entrenamiento de las técnicas de Judo, si se reflexiona en que solamente puede progresarse en ellas con la ayuda del compañero de prácticas y él, a su vez, únicamente puede adelantar con nuestra colaboración.

Así, en la vida, sólo dando y recibiendo, apoyando y siendo apoyados, compensando y siendo compensados, podemos avanzar y triunfar.




El hombre egoísta, aquél que sólo quiere recibir sin dar nada a cambio, no obra en armonía con el principio de Jita Kyoei y, más tarde o más temprano, se verá aislado de sus semejantes e imposibilitado para adelantar.

El practicante de este método, por tanto, deberá comportarse en la vida de acuerdo con este ideal de inegoísmo. Con este doble e inteligente enfoque psicofísico el trabajo había quedado listo.

¿Qué nombre le pondría al nuevo sistema? Como había emanado del Ju Jitsu, Jigoro Kano adoptó de ese nombre el primer vocablo, JU, que expresa "Suavidad",como ha quedado dicho, y le anexó otro: DO, que quiere decir "Sendero" o "Camino".

El término completo, JUDO significa entonces: "Camino o Sendero de la Suavidad".

Pero puesto que el nombre de "judo" había sido ya utilizado por una de las viejas escuela de Ju Jitsu, denominada Jikishin Ryu, para distinguirla de ella le agregó la palabra KODOKAN, cuyo sentido es "Escuela para aprender el Camino".

Así, el nombre definitivo del método fue: JUDO KODOKAN, siendo su traducción: "Escuela para aprender el Camino de la Suavidad".


Hacía un año, en 1881, que Jigoro Kano había finalizado sus estudios en la Universidad Imperial de Tokio, obteniendo el título de "Licenciado en Literatura y Ciencias Económicas y Políticas". Corría ahora el año de 1882 y el flamante graduado, con casi 23 años de edad (había nacido el 28 de octubre de 1860 en Mikage, prefectura de Hyogo) pensó que había llegado el momento de dar a conocer el Judo, y para ello tenía que abrir una escuela.
Habló con los monjes del templo Budista de Eishoji y ellos, al conocer cual era la soberbia base moral del Judo, le permitieron usar una de sus estancias como Dojo (sala de entrenamiento). Jigoro Kano cubrió el suelo con doce tatamis, que eran una especie de colchones de paja de arroz forrados con lona, y así fundó la primera escuela de Judo Kodokan que hubo en el mundo.
El profesor Kano adquirió un grueso libro de páginas en blanco, encuadernado con pastas hermosamente decoradas con figuras de aves y follaje. En él registraría los nombres y datos generales de sus futuros alumnos.
En la primera línea de la página inicial de ese histórico libro, que se conserva en el archivo del Colegio Kodokan en Tokio, aparece el nombre del primer alumno que se inscribió en la escuela: Tsunejiro Tomita.
Luego, se pueden leer los nombres de otros estudiantes que formaron el grupo original alrededor del maestro y que luego llegaron a contarse entre los más famosos e ilustres Judokas de aquel tiempo, como Yoshiaki Yamashita y Sakujiro Yokohama.
En el comienzo sus alumnos eran solamente nueve, y el maestro Kano los instruía cuidadosamente en el sentido de que debían ser, no solamente excelentes en la ejecución de las técnicas del Judo, sino también modelos de comportamiento en su vida diaria.
Así, muy pronto, aquellos estudiantes empezaron a destacarse por su vigor y salud y también por su carácter ecuánime y cortés. En breve llegaron más estudiantes y la escuela de Judo Kodokan se convirtió en el centro de atención de la ciudad, pues todos admiraban a los judokas, quienes también sabían conducirse en sus relaciones con los demás y que tan fuertes eran físicamente.
Se hablaba elogiosamente de los principios morales de la escuela y se repetían sus lemas de "Máximo de eficiencia con el mínimo de esfuerzo" (Seiryoku zenyo) y "Bienestar para todos a través de la ayuda mutua" (Jita kyoei).
Por aquella época hubo una resurgimiento del viejo Ju Jitsu cuyos seguidores, en general, veían despectivamente al Judo y a quienes lo practicaban, porque pensaban que hombres "tan correctos" como los alumnos del profesor Kano, no podían ser buenos combatientes.
En particular, había un maestro de Ju Jitsu llamado Hikosuke Totsuka, quien tenía un gran número de estudiantes.
Algunos de ellos llegaron al extremo de querer provocar a los Judokas para medirse con ellos, pero estos tenían estrictamente prohibido por su maestro enzarzarse en este género de disputas y evitaban caer en el juego de los provocadores.
Entonces, en el año de 1886, cuatro años después del inicio del Judo Kodokan, ocurrió algo que vino a zanjar de una vez por todas el problema: el Jefe de la Policía Metropolitana de Tokio quería dar a sus hombres el mejor entrenamiento posible en defensa personal.
Inmediatamente pensó en recurrir a uno de los dos más famosos maestros del momento: Jigoro Kano e Hikosuke Totsuka. Pero, ¿por cuál de ellos decidirse? ¿Sería mejor el Judo del profesor Kano que el Ju Jitsu de Totsuka, o viceversa? Sólo había una forma de averiguarlo.
Preguntó al profesor Kano si estaba dispuesto a participar en un torneo contra la escuela de Totsuka.
El profesor Kano aceptó enseguida.
Totsuka, seguro de que obtendría la victoria, también convino gustoso.
Aquella sería una batalla tremenda y decisiva.
Si el Kodokan salía derrotado, sería el fin del Judo, pues sería rechazado por las autoridades y por el público.
El día del gran torneo, cada una de las dos organizaciones envió a quince distinguidos alumnos que las representarían en la justa.
Cuando llegó la hora, en el gimnasio de los cuarteles de la policía, el jefe de la misma y sus oficiales ocuparon los asientos frente al área de combate.
Lo mismo hicieron los maestros Kano y Totsuka.
Entonces, en un ambiente de gran expectación, dieron principio los encuentros.
El resultado fue asombroso: de los quince combates, los alumnos del profesor Jigoro Kano ganaron todos, menos dos que terminaron en empate.
Esa brillante victoria mostró, en forma indudable, la superioridad del Judo sobre todas las escuelas de Ju Jitsu, no solamente en cuanto a sus principios morales sino también con respecto a su técnica.
El Jefe de la Policía de Tokio adoptó el Judo como entrenamiento oficial para sus hombres y el prestigio de la escuela Kodokan subió hasta el cielo.
Por otra parte, el Ministro Japonés de Educación, estudiaba también cual podía ser el mejor sistema de cultura física que pudiera ofrecerse a los estudiantes del país.
Cuando vio las demostraciones de Judo que le brindaron el profesor Jigoro Kano y sus alumnos y escuchó la explicación de sus fundamentos éticos, decidió que esa era la mejor opción que podía elegir e implantó el Judo (y también el Kendo, o lucha con espada) como método de educación física en las escuelas japonesas.
Muy pronto, los jóvenes estudiantes de toda la nación practicaban entusiastamente el Judo.
El maestro Kano y los mejores de sus discípulos empezaron a realizar viajes al extranjero para difundir el Judo. Durante esas jornadas, el profesor Kano tuvo más de una aventura.
Por ejemplo: en una travesía que efectuaba a bordo de un gran crucero a vapor, corrió la noticia entre los pasajeros de que él era el creador del Judo.
En el mismo barco viajaba también un luchador ruso enorme.
Los pasajeros aprovecharon la situación y comprometieron al profesor Kano para tener un encuentro con aquél.
Se hizo espacio en la cubierta y los dos combatientes quedaron frente a frente. Los espectadores, anticipando una rápida derrota del maestro Kano lo miraban con pena, pues por la diferencia de su estatura con la del ruso, parecía como si David fuera a enfrentarse contra Goliat.
Sin embargo, en cuanto comenzó la lucha, el maestro Kano se metió en la guardia de su oponente y lo proyectó con su movimiento favorito: el Ukigoshi, o lanzamiento de cadera.
El ruso salió volando por los aires, pero lo más admirable fue que el profesor Kano tuvo aún tiempo para salvar la cabeza de su oponente de un espantoso choque contra la cubierta del barco, al colocar la palma de su mano exactamente en el punto de impacto.
Tan grande era ya para entonces la fama del Judo, que muchos hombres prominentes de diferentes países quisieron aprenderlo.
Por ejemplo, a principios de siglo, el Presidente de los Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, solicitó al maestro Kano un instructor para que se lo enseñara.
Este respondió enviándole a uno de sus mejores discípulos, de aquellos que estuvieron con él desde el ya lejano día de la fundación del Kodokan: el famoso Yoshiaki Yamashita.
Entre maestro y discípulo se desarrolló una sincera amistad.
Como prueba de ello existe en los archivos de la Escuela Kodokan una fotografía que muestra al Presidente de los Estados Unidos, en traje militar, de pie junto a una roca, con la siguiente leyenda de su puño y letra: "Prof. Y. Yamashita: Con la estimación de su alumno Theodore Roosevelt. Abril 13 de 1904".
Hacía mucho tiempo que la escuela Kodokan había salido de su pequeño recinto en el templo de Eishoji, cambiándose a diversos lugares cada vez más espaciosos, hasta que en 1934, en el distrito de Suidobashi, Tokio, fue construido un gran edificio especial para albergar la escuela.
La sala principal de entrenamiento era enorme, con 514 tatamis de área para practicar, en contraste con los 12 que hubieron en su espacio original del templo.
El profesor Kano alimentaba un sueño: quería ver el Judo incluido en el programa de los Juegos Olímpicos. Así, en 1938, viajó a El Cairo, Egipto, para tomar parte en la reunión general del Comité Olímpico Internacional.
Allá propuso a Tokio para que fuera la Sede de la próxima Olimpiada, la duodécima de la Era Moderna. Su propuesta fue aceptada: allá tendría lugar el magno evento y las puertas quedaron abiertas para negociar la inclusión del Judo como disciplina olímpica.
El maestro se había anotado otro gran triunfo, y éste fue como el coronamiento de su vida física, pues poco después de su regreso de una reunión que sostuvo en la ciudad del Cairo, Egipto, con el Comité Olímpico Internacional, a la edad de 79 años, el insigne creador del Judo falleció de neumonía el día 4 de Mayo de 1938 a bordo del S.S. Hikawa Maru, barco que lo llevaba de regreso a Japón.
Sus discípulos quedaron desolados, pero prometieron, con su dedicación y esfuerzo, mantener vivo el fuego de los ideales del maestro.
En 1939 la terrible 2a Guerra Mundial dio principio.
Ya no fue posible realizar los Juegos Olímpicos en Japón.
Cuando terminó la conflagración en 1945, con la nación derrotada, el edificio de la escuela de Judo Kodokan en Tokio permanecía abandonado y desierto.
Por sus corredores soplaba el viento helado de la desolación; pero los discípulos sobrevivientes del profesor Kano mostraron a los ejércitos vencedores cómo era el Judo y les hablaron de sus principios espirituales.
Los oficiales y soldados quedaron fascinados y comenzaron a practicarlo.
Pronto, el edificio del Kodokan fue limpiado, pintado y remozado.
Otra vez resonaron en sus salas de práctica los estridentes kiais de los judokas, las voces de mando de los instructores y los ruidos secos de los cuerpos al romper las caídas.
En 1948, en medio del entusiasmo general se celebraró en Japón el primer campeonato de Judo de la postguerra.
Sobre el gran tatami iluminado por brillantes luces, reapareció el virtuosismo de los judokas expertos.
Los espectadores, entre los que se contaban los más altos oficiales de los ejércitos extranjeros de ocupación, contenían el aliento cada vez que un participante era proyectado por un relampagueante Uchi Mata, un veloz Ippon Seoinague o un espectacular Tomoe Nage.
Los fotógrafos de la prensa extranjera imprimieron sus placas y las publicaron en sus periódicos. El mundo volvió a interesarse en el Judo.
Aquel mismo año de 1948 en Londres, Inglaterra, se creó la Federación Europea de Judo.
En México, también en 1948, el profesor Daniel Hernández empezó a enseñar el Judo.
En 1949 nació la Federación Japonesa de Judo.
En 1951 surgió el Departamento de Judo de la Federación de Escuelas Superiores de Educación Física del Japón.
También en 1951 se organizó la Federación Japonesa de Judo y, en Europa, la Federación Internacional Europea de Judo.
De nuevo los expertos de la Escuela de Judo Kodokan surcaron los océanos y los espacios aéreos para difundir el Judo y, en 1964, el gran sueño del maestro Jigoro Kano se hizo realidad: los Juegos Olímpicos tuvieron lugar en Japón y en ellos quedó incluído el Judo.
En aquella memorable ocasión, millones de personas en todo el mundo contemplaron a través de las pantallas de sus televisores, al gigantesco holandés Anton Geesink arrebatando la victora al valiente japonés Sone, en las finales de Judo, al pegarle la espalda al tatami durante 30 segundos, utilizando la octava inmovilización: Mune Gatame.
Actualmente el Judo, desplazado de la atención del público por otras artes marciales, ha sufrido un eclipse. Muchos dojos (escuelas de Judo) han cerrado sus puertas o han visto disminuir grandemente el número de alumnos; pero como sucede con todos los eclipses, éste también será pasajero.
Algún día se multiplicarán de nuevo sus salas de entrenamiento, con sus grandes retratos del maestro Jigoro Kano en el sitio de honor.
Sus dos principios espirituales y morales, piedras angulares del sistema que fundó, serán recordados: Seiryoku zen yo, máximo de eficiencia con el mínimo de esfuerzo, y Jita kyoei, "bienestar para todos a través de la ayuda mutua".
Entonces LA LEYENDA DEL JUDO continuará, majestuosamente, su camino.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Saludos

Son mis deseos que este año que comienza, todos tengamos los mejores sueños, proyectos y logros, acompañados de salud, amor y trabajo.



FELIZ FIN DE AÑO Y PROSPERO 2009

The Master.

lunes, 22 de diciembre de 2008

El Cisne Blanco


Aunque se retiró de la enseñanza activa en el año 1979, hasta el momento de su fallecimiento, como Maestro fue reconocido mundialmente, y su prestigio se mantiene en lo mas alto como Fundador y Practicante del Estilo de Karate y Kobudo Matsumura Ortodoxo.
Extrañamente, y en contraposición con esta fama, la historia de la carrera de Hohan Soken dentro del Karate es poco conocida, a pesar de que se resume en el legado de los Grandes Maestros como Itosu, Higaona, Matsumura y a la vez también un Karate moderno y actual.
Durante su vida ha visto crecer el Karate antiguo y casi secreto a lo que es hoy; una disciplina abierta y difundida.
Su vida se refleja con mayor exactitud en las palabras que mantuvo con sus alumnos antes de su muerte en noviembre de 1982: "Yo les he enseñado todo lo que sé. No hay nada mas que Yo pueda enseñarles.
Yo soy una vela cuya luz ha viajado lejos. Ustedes son mis velas a quienes yo he pasado mi luz. Son Ustedes quienes encenderán el camino para otros.
Hoy Yo veo a mi alrededor las luces de Shaolin. Llama del mañana. . Mi tarea se ha cumplido, pronto mi llama acabará. Enseñe el verdadero espíritu del Karate.
Hagan Ustedes lo mismo y un día podrán entrar el Templo de Shaolin ".
Hohan Soken nació en la Isla de Okinawa el 25 de mayo de 1889.
Era el vigésimo cuarto año de Meiji, época conocida como de restauración, y en donde ocurrieron grandes cambios políticos en Okinawa, se trataba de dejar de lado el viejo y antiguo régimen feudal por feudal por un sistema moderno de estructuras sociales y relaciones políticas.
También la vieja sociedad de las Ryukyu y del Japón se modernizaron con el contacto de Europa. La casta de nobles compuesta por los Samurais, Lores, y Príncipes, se adaptaron asimismo a esta sociedad nueva.
El Joven Soken había nacido en el seno de una de las familias nobles más prominentes de la Isla de Okinawa , que decide, sin embargo, enviar a este a instruirse en las artes de combate ( Budo ), por lo que a la par de estudiar historia , filosofía , literatura , también entrenaba con su tío Nabe Matsumura , conocido también como Napee Tanme , uno de los Maestros Líderes del Karate de esa época .
Este había aprendido con Sokon Bushi Matsumura , convertido en leyenda por su habilidad como Samurai y posteriormente fundador del Estilo de Karate que hoy se conoce como Shorin Ryu ( los caracteres de estas palabras se traducen como Estilo de la Joven Floresta , que no debe ser confundido con el Estilo de la Floresta de Pinos , de diferente genealogía ) Nabe Matsumura se convierte , con el correr de los años , en el sucesor natural de su Abuelo Sokon Bushi Matsumura , llegando al tope de la maestría .
Su nieto, Hohan Soken, se inicia con Él a los 13 años .
Durante la mañana y la tarde, Soken estudiaba en el colegio y a su vez trabajaba en el campo de propiedad de su familia. Por la noche, los siete días de la semana , entrenaba en el Dojo , lo que lo dotó al poco tiempo de gran fuerza física y disciplina mental , estudiaba Karate con su abuelo quien durante 10 años solo le enseño los Kata mas básicos del Karate y Kobudo .

Recién a los 23 años de edad, su abuelo decide introducirlo en las técnicas de combate mas avanzadas, en los secretos del combate libre, y en lo esencial de su sistema.
La práctica de Hohan Soken no encontró descanso, y a consecuencia de ello su Tío decide instruirlo en el secreto del Hakutsuru o técnica de la grulla blanca (1912), y el desarrollo del Ki ( Respiración).
Este Kata es raramente exhibido y Soken lo define como la ejecución de movimientos que realiza una grulla parada sobre una roca.
Esta se mantiene con total maestría, control y balance ante los embates del viento.
Perfecto control del cuerpo y de la mente en cualquier situación es, entonces, una de las llaves no solamente para el Kata Hakutsuru, sino para todo el sistema de Karate de Hohan Soken.
Muchos Karatecas, como el famoso Ginchin Funakoshi, desearon aprender el Kata mencionado, pero sistemáticamente. Nabe Matsumura se negaba a ello, consecuentemente el único que dominó tal técnica fue Hohan Soken.
En la iniciación de la enseñanza por parte de Nabe Matsumura, muchas horas eran dedicadas a largas caminatas sobre distintos tipos de suelos.
Nabe Matsumura colocaba obstáculos en el camino de que debían ser sorteados con agilidad, o bien cascaras de banana para acrecentar el equilibrio, y ramas de pino para ser usadas como blancos.
En otras ocasiones, iban a un estanque, y allí Soken debía ejecutar el Hakutsuru sobre una pequeña balsa, guardando la estabilidad.
Otro tipo de entrenamiento consistía en realizar Kumite con su Sensei, mientras ambos se encontraban parados sobre la balsa.
Esta práctica se realizaba todo el tiempo aún si llovía. Luego de las practicas regresaba a su casa en muchas oportunidades muy dolorido por haber ejercitado con mucha intensidad, durante la ejecución de un Kata o en forma unitaria, Kote-Kite ( o endurecimiento de ciertas áreas del cuerpo como brazos, piernas, abdomen, etc. ).
El Kata Kushanku que Bushi Matsumura heredó de Sakugawa, jugó un rol importante en entrenamiento de Soken.
Bushi Matsumura entrenaba este Kata utilizando a veces una pequeña lanza, conocida como Kanzashi.
Paralelamente Soken, estudiaba Kobujutsu ( arte antiguo de armas) con un renombrado Maestro de Okinawa llamado Komesu Ushi No Tanme, de la ciudad de Nishihara.
El maestro Ushi a su vez, practicaba el Shuri Te que le había enseñado Bushi Matsumura.
Este Maestro enseñaba Kobudo tal como lo había aprendido de un anciano Samurai llamado Chikin Kraka ( en japonés Tsuken Mantaka).
Luego de la restauración Meiji, se dedicó a labores de granjero. Fue muy conocido por el Tauken No Bo Kata ( Chikin No Bo).
En 1924, Sensei Hohan Soken se reunió con otros Maestros de su época, para inaugurar un 'Genku Ki ' o ' Dojo ' donde se entrenaban todos juntos, buscando mejorar las propias técnicas. Entre los maestros estaban: Kenwa Mabuni , creador del Shito Ryu , Kanamura ( Kanamude ) , Chosin Chibana creador de la Escuela Kobayashi Ryu rama Shorin Ryu , Yabiku Moden , Kanamura y otros de los Grandes de ese momento del Karate Okinawense.
Pasado un tiempo Hohan Soken, que también era alumno de Kanamura, sostuvo una profunda discusión con él, lo que lo determinó a irse de Okinawa.
Eligió trasladarse a Argentina ( posiblemente tenía amigos) , radicándose en la provincia de Mendoza , donde vivió por casi 21 años , hasta 1945.
Aquí continúa su practica diaria, escribe casi todos los días sus impresiones sobre nuevas técnicas de que ideaba tanto de Karate como de Kobudo, a la par de trabajar como fotógrafo y de instalar una tintorería.
Se cree que H. Soken en su pequeño Dojo, repleto de elementos necesarios: guetas , makiwara , elementos para sobrecarga , Bo , Sai , etc. sólo entrenó a cuatro personas , todas fallecidas hoy . Sus nombres eran: Kana San, Mitake San, Higa San, ( el vocablo San significa Señor en Japonés). El hermano menor del Señor Msugi Vive (o vivía) en Okinawa. .
Durante su permanencia en la Argentina, el Karate de Okinawa fue transformándose ( en algunas Escuelas) en una práctica mas deportiva .
Inclusive la forma de su escritura había cambiado, debido a que durante los años 30 , Japón estaba en guerra con China , y todo lo que se relacionaba con ese país se trató de eliminar.
De esta manera el significado de 'manos chinas' (Kanji) se transformó en 'manos vacías', ( Te: Manos, Kara: Vacías).
Asimismo se cambiaron ( en Japón) los nombres de algunos Katas: Naihanchi en Tekki, o Piñan en Heian .
Además y debido a la influencia del Karate japonés algunas Escuelas de Okinawa adoptaron posiciones más alargadas, y muchas técnicas ortodoxas y de alto poder letal fueron suprimidas. En 1945 cuando Hohan Soken decide regresar a Okinawa , ve todas estas transformaciones y rehusa adaptar su estilo de Karate a esos cambios .
Gradualmente acepta el ingreso de alumnos y su estilo, el Matsumura Shuri Te o Machimura Suide se vuelve popular y hace crecer el interés por el Karate y el Kobudo antiguo, tal como era enseñada por sus antecesores, modernizado y adecuado a cada época . Por los años 50 , modifica la denominación de su estilo que pasa a llamarse : Shorin Ryu Matsumura Seito Karate Do y Kobudo también se lo identificó como Matsumura Ortodoxo.
Cuando se le preguntó la razón del cambio de denominación contestó: ' El estilo de Karate que ahora enseñaré es algo diferente al que aprendí hace unos cuantos años atrás, simplemente quiero hacer más entendible y accesible lo esencial de este arte '.
Este cambio por supuesto no modificó la severidad y la exigencias en la enseñanza de Sensei Soken. Al respecto era conocido como uno de los más escrupulosos Maestros de la época.
En una ocasión el Maestro Hohan Soken invitó a un torneo de demostración a muchos Maestros colegas de él.
Cuando Sensei Soken entró con dos competidores de su Escuela, fue largamente ovacionado. Todos se dirigían a él como Os-Sensei . Siempre fue invitado a formar parte de varias asociaciones o federaciones, a las que siempre respondió en forma negativa, dado que explicaba que para hacer Karate sólo se necesitaba alumnos con la mente y personalidad adecuadas, y un Dojo .
Los Maestros contemporáneos del Sensei Hohan Soken eran entre otros eran Chojun Miyagi nacido en 1888 , y fundador de la Escuela y sistema Goju - Ryu de Okinawa . (Su profesor había sido Kanryo Higashiona o Higaona , nacido en 1835 y fallecido en 1917 ) , Kenwa Mabuni fundador de la Escuela Shito Ryu , Chibana Chosin ( 1884 -1969 ) alumno de Anko Itosu , creador del Estilo Kobayashi - Ryu ( tres caracteres de la letra SHO ) con dos continuadores de su Estilo Katsuya Miyahira (1918),Shoguro Nakazato ,Ambun Takuda , Hiroshi Kinjo , Chotoku Kyan ( Chan Mi-gwa ) 1870-1945 , uno de los profesores del Maestro Shoshin Nagamine ( 1907-1997 ) y Shimpan Gusukuma , entre otros .
Los Kata que enseñaba Sensei Soken eran los que había aprendido con Nabe Matsumura y que a su vez él había aprendido con Bushi Sokon Matsumura , estos eran : Piñan 1 y 2 , Naihanchi 1 y 2 , Passai Sho y Passai Dai , Chinto , Gojushiho , Kushanku , Rohai .
A su vez , Sensei Soken era muy hábil con el manejo de las armas , especialmente con el Bo , Sai , Tonfa , Kama , Nunchaku ,Kasurigama , y el Suruchin .
Su Kata favorito era el Chikin No Bo, durante su tiempo Hohan Soken fue probablemente el mejor Maestro de Kobudo en Okinawa .
Al regresar de la Argentina , Sensei Soken trató de impulsar con fuerza el aprendizaje del Kobudo , pues parte de él se había perdido a través de los años . Sin embargo también podemos afirmar que en Okinawa existían en la época de Soken otros grandes Maestros de armas , que muchas veces se reunían con Soken para discutir sobre técnicas o conceptos de este arte , tal como lo hacía por ejemplo Shinken Taira un afamado experto de Kobudo .
Hohan Soken asimismo fue Presidente de la All Okinawa Kobujutsu Association .
Trabajó durante un largo tiempo para la Sociedad Histórica de las Islas Ryukyu , entidad que trataba de preservar las costumbres y tradiciones de Okinawa .
Sensei Soken , generalmente no hablaba en japonés ( nijongo ) , utilizando solo el dialecto Okinawense (Uchinaguchi ) , o en castellano , idioma que dominaba a la perfección .
Muchos oficiales norte- americanos que aprendían con Sensei Soken se comunicaban con el en ese idioma o en inglés , mientras los jóvenes Okinawenses que no hablaban Uchinaguchi no lo podían comprender .
Sensei Hohan Soken decide retirarse de la enseñanza activa en el año 1978 ( a la edad de 89 años ) .
Era el último Maestro de la generación de los antiguos .
Todo el sistema de Hohan Soken le fue transmitido al Maestro Fusei Kise , mediante la entrega del Menkyo Kaiden . Sensei Hohan Soken falleció en Okinawa el 01 de Diciembre de 1982.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Masutatsu Oyama



"Mientras los dos discutían, el japonés se puso la mano detrás de la espalda al cinturón y sacó un cuchillo, y esgrimiéndolo en el aire se acercó. Cuando el japonés estaba lo suficiente cerca para clavar su arma, se echó sobre su oponente.


En un instante el Coreano paró el ataque y con el brazo izquierdo lanzó un golpe de revés que se estrelló contra la cara. Hubo un ruido horroroso, como cuando se raja una sandía madura.

El japonés estaba muerto antes de caerse al suelo, matado de un solo golpe.


El Coreano tuvo suerte porque el japonés era un mafioso sospechoso de varios asesinatos: el tribunal le dejó en libertad con un severo aviso."
Ese incidente quizás fue el punto decisivo en la vida de Hyung Yee de 24 años, quien más tarde adoptó el nombre japonés de Masutatsu Oyama.


Sus puños eran fuertes, demasiado poderosos para golpear la carne y huesos humanos.

Oyama se dedicó a pelear contra bestias salvajes, con la única ayuda de sus manos, a destrozar árboles y piedras, botellas y tejas, ladrillos y tablas.


En 1960, el New York Times le llamó "el hombre más duro del mundo". Pero según Oyama, "El hombre más poderoso del Karate es también el más débil.

El se da cuenta de que puede matar a un hombre con un solo golpe y entonces ha de aprender a controlarse. Empecé a tener pesadillas en las cuales la mujer de ese hombre japonés lloraba por la muerte de su marido", dijo Oyama.


En ese momento decidí cambiar mi vida completamente. En vez de convertirme en un líder de una banda, elegí otro camino en la vida y me convertí en Instructor de Karate".


La vida del Maestro.
Nació en 1923 en el sudoeste de Corea, unas 180 millas al sudoeste de Seúl. Era el cuarto hijo de Sun Hyung, en una familia de seis chicos y una chica. Oyama vivía en una finca bastante grande y su padre era terrateniente y alcalde del pueblo.


Oyama asistió al colegio primario Yongee donde jugaba fútbol y participaba en carreras de cross, pero muchas veces hacía novillos e iba a nadar, pescar, hacer montañismo con sus amigos.

Su entusiasmo juvenil, sin embargo, lo reservo para el "Chabee", una combinación coreana de Jujitsu y Kempo. En el colegio daban clases de Chabee y el pequeño Oyama de 9 años nunca faltaba.

En esa época un jornalero de Corea del Norte fue a trabajar para el padre de Oyama. El nuevo trabajador era un experto en Artes Marciales.

Después de días de persuasión, el niño consiguió que le enseñara Chabee y Boxeo Shaolin.

Entre los 9 y 13 años, Oyama practicó todos los días con el experto coreano. Dejó las clases sólo cuando tuvo que irse a vivir con su tía en Seúl para asistir al colegio secundario.

Como Oyama siempre andaba metido en peleas con los otros tipos duros en la calle, fue enviado a Japón a una academia militar en la prefectura de Yamanashi.


En 1937, Japón en guerra con China, estaba convirtiéndose en un campo armado.

El joven coreano rápidamente aprendió japonés y cambio su nombre.

Durante los dos años que estuvo en Yamanashi empezó sus estudios de Karate Shotokan.

Pero Oyama no quedó satisfecho con su enseñanza y se fue a Tokio para seguir su aprendizaje.


El joven, entusiasmado por el Karate, se matriculó en la Universidad de Taku- shoku, la cual por aquel entonces ofrecía pocas clases de Karate. Sin embargo, ya había sido aceptado para entrenar donde, Gichin Funakoshi, el padre del Karate, daba clases con su hijo.

Durante dos años, dos horas al día, Oyama estudió Karate con Funakoshi, y poco a poco se convirtió en una máquina mortal de lucha.


Cuando cumplió 18 años, Japón estaba a punto de entrar en guerra con América e Inglaterra. Oyama fue recluta- do por el Ejercito Imperial. Estacionado en Tokio, no perdió tiempo en apuntarse al Kihokai, una sección del Butokukai especializado en la enseñanza de espionaje y tácticas de terrorismo guerrilla.



Sin saberlo Oyama, una banda de 15 estudiantes de Kihokai opuestos al presidente Hideki Tojo conspiraron para asesinarle. La conspiración fue descubierta y los líderes se hicieron Hara Kiri pero los otros miembros, incluyendo Oyama, fueron encarcelados.

Dos semanas más tarde Oyama fue liberado, y quedó muy afectado por la traumática experiencia.


En esa época Oyama conoció al coreano Cho Hyung Ju, especialista en Goju Kai, y durante los siguientes dos años, Oyama estudió con él.

Más tarde, durante los agitados días de la postguerra, Oyama se reencontró con Cho Hyung y una vez más se hizo su estudiante.

Pero después de un año de entrenamiento intensivo, su Profesor le dijo, "Te he enseñado todo lo que sé. Solo pelearás más y mataras más gente si sigues esta manera de vida.


Te aconsejo que vayas a un Templo y medites el camino que tomara tu vida: desperdíciala o ponla al servicio de algo positivo".
Fue arreglado que Oyama trabajara en un Templo budista en Mt. Minobu y durante los siguientes tres meses se ocupó todos los días desde el amanecer a la medianoche cortando leña, transportando cubos de agua, y otras tareas domésticas.


Pero la vida de monasterio no le iba al inquieto Oyama, quien se quejaba que no tenía tiempo para entrenar.
Poco después de su vuelta a la capital, Oyama fue presentado al Tenshichiro Ozawa, un político y hombre de estado. Ozawa convenció a Oyama que debería ir a las montañas otra vez y quedarse allí por lo menos un año, viviendo solo, persiguiendo una vida simple, practicando Karate y desarrollando su fuerza.



Mas Oyama viajó al Mt. Kiyosumi en la cercana prefectura Chiba. Allí vivía en una pequeña y rústica choza con vistas al océano Pacífico en el borde de la península Boso. Ozawa le envío 50 dólares cada mes para cubrir sus gastos.
Mes tras mes, Oyama practicó Karate siete horas diarias así como meditación.

Paseaba por el bosque cortando ramas de los árboles y destrozando piedras.

Pronto desarrolló callos tan gruesos y duros que los cantos de sus manos parecían machetes y sus puños unos martillos.



Después de 18 meses, dejaron de llegar los cheques de Ozawa y se rumoreaba que estaba involucrado en escándalos de corrupción y que había sido encarcelado.

Entonces bajó Oyama de su refugio al pueblo de Tateyama, al lado de la playa.

Los vaqueros japoneses debían asombrarse cuando un tipo delgado, salvaje, y con el pelo largo, iba a sus ranchos y pedía pelearse con uno de sus toros con sus manos desnudas.


"Todos pensaban que estaba loco", recuerda Oyama, "pero seguía rogando una oportunidad".

La reputación de Oyama creció debido a sus luchas contra toros. De cuarenta veces que lo intentó, en 36 ocasiones corto los cuernos de un golpe de "Shuto" y mató tres toros retorciéndoles el cuello.



En el año 1960, Mas Oyama finalizó y publicó su libro "¿Qué es Karate?", Viajando a Nueva York para promocionar su obra y extender el Arte del Karate.
Oyama causo sensación allá por donde fue y permaneció en la ciudad de los rascacielos por un periodo de cuatro meses en los que no paró de realizar exhibiciones y abrir delegaciones de su método. Aunque fue en el año 1961 cuando cambió el nombre de su estilo de Karate y lo bautizo como "Kyokushínkaí", no fue hasta el 1963 que Mas Oyama construyó el Cuartel General de cuatro plantas en lkebukuro, Tokio.


El Dojo principal está en el segundo piso, pudiéndose acceder al entrenamiento en otros Dojos de dimensiones más reducidas en el sótano y primer piso. Más de 200 karatekas entrenan allí diariamente y Mas Oyama afirmaba que probablemente hubiese 20.000 practicantes de Kyokushinkai en Tokyo y unos 50.000 en todo Japón.


Su sistema está en más de 45 países y no fue hasta el año 1969 que se celebró el primer "All Japan Karate Tournament" bajo su supervisión.
Antes de retirarse deseó hacer realidad un sueño. Crear un gigantesco centro de Karate que sirviese como Central para una Federación Internacional de Karate... "tardaré años en conseguirlo, pero una vez que esté hecho, me podré retirar tranquilo".



Finalmente, su sueño no pudo hacerse realidad. En Mayo de 1994 murió víctima de una enfermedad. A pesar de su controvertida personalidad, para unos orgullosa e insolente, los practicantes estudiosos de los grandes maestros, le tenemos un gran respeto.



domingo, 23 de noviembre de 2008

The Warrior Journey


Juego de la Muerte fue la ultima película que se vio de Bruce Lee, si bien las escenas de combate fueron filmadas antes que comenzara la filmación de Enter the Dragon, su película mas famosa.

Luego de Enter the Dragon, Lee muere dejando inconclusa Juego de la Muerte, 5 años después el Director de Enter the Dragon (Robert Clouse) decide tomar las cintas que Lee había filmado sobre Game of Death y hacer unas de las bostas mas grandes del cine marcial.

Afortunadamente hubo un señor llamado Jhon Litlle que encontró las cintas recortadas y perdidas que estos reverendos hijos de puta dentro de los cuales esta Clouse dejaron tiradas luego de armar Juego de la Muerte.

He aquí el crudo de los combates filmados por Bruce Lee para Game of Death.